Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Los cacicazgos del Profr. Liberato Montenegro en la Sección
20 de maestros y de la Sra. Águeda Galicia en el Sindicato Único de
Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM) parecieran estar en
un punto muerto.
Sin embargo no es así. Parecieran que están en la lona. Pero
aún siguen vivitos y dando coletazos.
Ambos sempiternos líderes tienen una gran capacidad del
sentido de la oblicuidad, es decir están en todas partes y en ninguna según
sean las circunstancias políticas del
momento.
A Liberato Montenegro se le quizo poner coto a su poder
caciquil en el primer año del gobierno del cambio de Antonio Echevarría. Al
segundo año el jefe del Grupo Álica tuvo que doblar las manos y Liberato
recuperó casi todos los espacios del poder en el sistema educativo de Nayarit.
A la Sra. Águeda Galicia le filtraron en el SUTSEM desde el
Poder gubernamental como un caballo de Troya al denominado Sindicato Independiente
de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SITEM) encabezado por Joel Murgo Huerta. No
dio resultado pues el SITEM derivó en un sindicato satélite; en cambio Águeda
Galicia se fortaleció incluso terminó apoyando por debajo del agua las
aspiraciones políticas de la Sra. Martha Elena García.
En el 2011 arribó al Poder Ejecutivo Ney González de la mano
y con todo el apoyo de la Sección 20 de maestros y del SUTSEM.
Con la astucia con la que se manejó al inicio de su
administración le entregó todos los mandos de poder a Liberato Montenegro en el
Sistema Educativo Federal en Nayarit.
De igual manera a la Sra. Águeda Galicia le concedió todo lo
que ella pidió, tanto en lo laboral como en prebendas personales.
No obstante esta alianza estratégica entre Ney y Liberato
terminó al final de su mandato pues Liberato exigía la candidatura
gubernamental para su hijo Gerardo Montenegro. Ney traía otros planes en sus
manos. Ya ensoberbecido por el ejercicio de poder pretendía imponer la
candidatura de su cuñado, Raúl Mejía.
Al no ser bien visto por las corrientes internas en el PRI
decidió impulsar la precandidatura del alcalde tepicense Roberto Sandoval impulsado
tal vez que como su tutor político le daba autoridad moral para manipular a su
pupilo y atrás del trono emular los pasos de Don Emilio M. González, o sea, restaurar
el cacicazgo familiar.
Incluso fue tal su desmesura en su ambición de poder que al
final de su mandato ya se creía ser Senador de la República una vez que dejara
prestada la silla gubernamental. Es más algunos de sus más cercanos cortesanos
cacareaban que hasta podría ser Secretario de Estado.
Engolosinado por el poder no advirtió la nueva correlación de
fuerzas al interior del CEN del PRI. Sus aliados Beatriz Paredes y la Profra.
Elba Esther Gordillo iban perdiendo posiciones de poder, la primera en el PRI y
la segunda en su alianza con el gobierno panista de Felipe Calderón.
En cambio ya para el 2011 el grupo mexiquense encabezado por
Enrique Peña Nieto tenía el control del partido y, por lo tanto sería el factor
determinante en los comicios estatales del 2012 en Nayarit.
Por instinto político y seguramente bien asesorado Roberto
Sandoval olfateó la ambigüedad de Ney González que no acababa por decidirse
quien sería su sucesor, lo que obligó a Roberto a construir su candidatura a
partir de su gestión como coordinador
regional de la federación de municipios priistas. Así desde esta plataforma se
allegó de recursos financieros para hacer obra pública en esta capital, entre
otras, la reconstrucción del Boulevard Tepic-Xalisco; a la vez, lo más importante,
tener acceso al círculo cercano al que un año después sería el Presidente de
México.
Por su parte Ney González se quedó sin miel y sin jícara, ya
que unos meses antes que el CEN del PRI resolviera la candidatura a gobernador
de Nayarit Ney se peleó con todas las corrientes internas del PRI estatal lo
que provocó una ruptura con Liberato Montenegro y su cuñado Raúl Mejía, mismos
que lo acusaron públicamente de estar metiendo las manos en el PRI estatal para
imponer a su candidato, en este caso a Roberto Sandoval.
Lo cierto es de que ya para entonces había un distanciamiento
político entre el actual mandatario nayarita y Ney González. Fue una encuesta
que ordenó la comisión nacional de elección del PRI la que determinó finalmente
la candidatura de Roberto Sandoval.
Todos recordamos los últimos días del régimen neycista,
recriminaciones continuas al alcalde de Tepic por incapaz para otorgar
seguridad pública en esta capital ante la ola de violencia del crimen
organizado y la desbandada de los profesores de la Sección 20 ordenada por
Liberato y su hijo Gerardo para que votaran a favor de la candidata del PAN a gobernadora del
Estado Martha Elena García, así como el reproche de los seguidores de Raúl
Mejía.
A consecuencia de la megalomanía de Ney el PRI vivió la peor
derrota electoral en los comicios del 2011 al perder 11 gobiernos municipales y
4 diputaciones de mayoría.
En aquella fecha salvó al tricolor de un desastre total la
candidatura de Roberto Sandoval a gobernador del Estado al lograr el apoyo de
poco más de 225 mil electores.
El otro factor que favoreció al PRI fue el hecho que PAN y
PRD dividieron el voto al postular a sus propios candidatos a gobernador, por
lo que seguramente el priismos nayarita le estará muy agradecido al perredista
Guadalupe Acosta Naranjo.
A partir de esos resultados electorales se explica el actual ostracismo
político de Ney González. Le salió el tiro por la culata.
En los próximos tres años ¿Qué le deparará a la actual administración
de Roberto Sandoval?
Si aprendió bien la elección que protagonizó Ney González más
vale conciliar con todas las corrientes internas de su partido para lograr su
unidad interna y de esta manera enfrentar los comicios federales del 7 de junio
de este año.
Por lo tanto a Liberato como a la Sra. Águeda no los den por
muertos…
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